BUSCADOR

domingo, 14 de octubre de 2007

Sistema politico Venezolano

Reseña de:
José Enrique Molina
Izquierda y estabilidad de la democracia en América Latina: la ideología de la revolución bolivariana y su repercusión sobre el proceso político en Venezuela.

Autor: Andrés Lizarazo

La estabilidad política en los gobiernos latinoamericanos, es una de las grandes preocupaciones que peden tener los nuevos intelectuales. Ya que la estabilidad parece que fuera en contravia directa como los cambios políticos que buscan surgir de una u otra forma en la consolidación de un nuevo modelo de estado. Parece este incluido entre estabilidad y cambio político, en algunos gobiernos de izquierda, que si bien pueden recibir apoyo de algunos grupos, pueden también a su vez pecar por su inestabilidad y por gobiernos que repitan historias pasadas como la del autoritarismo.

El autoritarismo puede verse enmarcado sobre todo en aquellos sectores excluidos que puedan llamar autoritario a todo que el gobierno que les deje por fuera. Y mas si se tiene en cuenta que para que no haya autoritarismo, las dos partes en pugna (si no son mas) acuerdan que haya una mínima garantía para que las elecciones sean justas y que ninguna de las partes irrespetara el acuerdo por el cual se garantiza que en las urnas se puede ser derrotado y de ninguna otra forma si se accede al gobierno. Pero en Venezuela puede ocurrir algo curioso para algunos, por una parte la ley de tierras que excluía a grandes sectores como el de la clase media y la clase alta del manejo de los recursos, pudo haber causado en ellos mismos un malestar generalizado que haría que desembocara en otro mucho mayor. Por el otro lado, adquiere un matiz de contradicción entre izquierda y derecha (o capitalismo socialismo) que en vez de aclarar un poco el panorama, se cubre con cortinas de humo que hacen que la indefinición política no sea el camino más correcto para explicar las medidas que toma el gobierno de Hugo Chávez.

Las características de la indefinición, hacen claro énfasis sobre todo a tres hombres (Zamora, Rodríguez y Bolívar) los cuales además del paroxismo alimentado por el gobierno, acuden a otras fuentes como el marxismo que son acomodadas en el nuevo sistema. Teniendo en cuenta a su vez que estos pensadores eran del siglo XIX, los nuevos intelectuales del gobierno, pretenden a su vez hacer saber que las nuevas políticas se acomodarían a estos modelos que no son del todo contradictorios, creando de esta forma nuevas categorías.

En Venezuela en efecto puede darse el caso de la democracia pero en sentido más débil. La alternativa participativa, puede servir de base sobre todo a aquellos candidatos que buscan que el presidencialismo y las cabezas visibles del movimiento, hagan de ellos verdaderos lideres carismáticos y que como tal el estado de derecho se vea amenazado sobre todo si busca que los electores sean manejados por discursos tales como el oligarca que puede ser real, pero que in visibiliza totalmente la gestión del actual gobernante. Pero en un error común se cae cuando se habla de neopopulismo, y es el de pensar que todo viene desde Hugo Chávez, ya desde Caldera se veía esta clara tendencia que buscaba superar la crisis de la democracia en los partidos políticos y sobre todo la ineficacia de las dos definiciones de los problemas en la política estatal durante los años 90. El primero, que hace referencia al anacronismo con políticos del siglo XIX y el segundo, que hace referencia a unas izquierdas y derechas unidas en un principio en la coalición del año 98 que subiría a Chávez al poder, pero que el mismo se encargaría de purgar aquella coalición en el año 2002, lo que naturalmente generaría malestar en estos sectores que fueron excluidos. Este tipo de problemas, dio para que el presidente Chávez se basara en la llamada democracia participativa que iba en contra del viejo modelo representativo y que como tal buscaba superar aquella crisis determinante en la consolidación de proyectos, que ahora se veían posibles en sectores populares en contra de la llamada oligarquía. La revocatoria del referendo en el año 2002 no solo llevo una huelga generalizada, si no que a su vez el gobierno emprendió el titulo el antiempresarial como la llamada ley de tierras, haciendo que la discusión con estos sectores estuviera cortada por la intervención de adjetivos que descalificaban de una vez al individuo.

La desestabilización entonces se ve como algo natural en este tipo de políticas que no son del todo claras. Aunque se daba de cuenta y adelantaba que una ley como la de tierras iba a causar un malestar general, también debería tenerse en cuenta que la desestabilización no es Eolo de los grupos dominantes, si no que el atraso y subdesarrollo son en limites serios hacia lo que se entiende como modernización y superación de viejos discursos.

Parte de la discusión se esta centrando en la capacidad propia de cada uno de los gobiernos que puedan tener parte activa en la política propia de su país. Los cambios sociales son vistos entonces desde la parte violenta, desconociendo así otro tipo de salidas como la de la concertación, y cuando sobre todo se ataca contra el tiempo, y la inmediatez hace su aparición en este proyecto, es cuando se incurre en los peores errores, que pueden desembocar en desastres que finalmente si pudieron merecer los gobiernos. Lo que no hace el trabajo fácil de esta distinción si tomamos en cuenta que parte del paroxismo viene desde abajo y no solo desde los lideres que se proclaman así mismos salvadores.

No hay comentarios: