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lunes, 9 de marzo de 2009

Intelectuales o creadores.

En una de esas clases sabrosas que uno puede disfrutar, me encuentro con una de esas teorias irreverentes que se lanza un profesor, la teoria dice lo siguiente: Los intelectuales se dedican a leer los libros que otros escriben, mientras que los que los crean no pueden ser considerados intelectuales. Si uno analiza cuidadosamente el comentario uno se encuentra que no esta tan alejado de la realidad. Por ejemplo, el intelectual dice conocer citas extensas y de memoria de los autores de moda, así por ejemplo una reunión suele tornarse tediosa cuando un intelectual empieza a hablar en ese tono grotesco que a mi personalmente tanto me molesta. Uno los escucha en los bares, cafes o incluso en la radio y en la televisión, son aquellos a los que se les pregunta algo puntual y terminan recitandole el prologo de un libro completo. Los intelectuales al igual que los criticos de arte, suelen caer en esa vanalidad de sus comentarios, están listos para destruir cuando lo consideran necesario, y alabar cuando sus amigotes o parientes lo necesitan. Son camaleones que cambian de color según la circunstancia lo amerite.

El problema de la creación propia no se limita simplemente a poner un texto con una o dos ideas que puedan ser consideradas "imnovadoras", si no que hace especial enfasis en la practica que tengan esas ideas y como el que dice tener autoria, tenga plena potestad para usarlas porque sencillamente si las lleva a la practica. La creación propia puede muchas veces confundirse con la racitación memoristica que tenga una persona, muchas veces también puede caer en que al igual que una persona que vomita, el intelectual habla y habla pero jamás puede concretar nada. Parece que al contrario de lo que todos dicen, este país tiene demasiada memoria para repetir como cualquier loro en una casa, todo lo que se dice afuera, pero capacidad para aprender a hablar de "otra forma" muy pocos la tienen.

El viejito Borges ya se habia adelantado a su tiempo cuando en un maravilloso cuento de sus narraciones, cuenta como funes el memorioso lo recordaba todo, que no tenia tiempo para saber exactamente que sabia el. Dificil es cuando se nos ha enseñado que la memoria y la reseña de los "grandes" tiene que ser bastante rigida. No obstante con esto no estoy diciendo que la memoria tiene que ser desechada, estoy muy al contrario de lo que pueda interpretarse, de acuerdo en que ciertas cosas han de ser recordadas siempre y cuando esas cosas sirvan para crear "nuevas cosas". La sacralizaciónd e algunos autores tanto americanos como europeos (incluso americanos o asiaticos o de cualquier otra parte) no estan excentos que nosotros mismos demos vueltas a sus teorias, debatamos y hasta podamos hablarle y bajar el fuego del olimpo para la gente del común. El conocimiento debe estar al alcance de todos, y parece que los intelectuales lo unico que hacen bien, es hacer que uno le coja odio a ciertas carreras y que en cierta medida uno nunca este dispuesto a seguir los metodos que hasta hoy ellos han usado.

3 comentarios:

Tatiana dijo...

Tanto el intelectualismo como la creación tienen sus bemoles, pues es la originalidad y la utilidad que dichas acciones poseen en la realidad las que determinan su valor. Aunque el valor común que le damos a alas cosas muchas se encuentra enmascarado por el carácter ilusorio del lenguaje.

Tatiana dijo...

Tanto el intelectualismo como la creación tienen sus bemoles, pues es la originalidad y la utilidad que dichas acciones poseen en la realidad las que determinan su valor. Aunque el valor común que le damos a alas cosas muchas se encuentra enmascarado por el carácter ilusorio del lenguaje.

Andrés Lizarazo dijo...

Ilusorio del lenguaje?? de nuevo viene Nietzsche al ataque...