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viernes, 31 de agosto de 2007

Laura me dijo...NO

Eso sucedio hoy, usualmente no estoy acostumbrado a coger un blog como un diario pero lo que paso hoy me impacto mucho. Laura, la niña que mas adoro en mi vida me dijo que no queria ser mi novia y que no queria que yo me le acercara. Naturalmente la impresion fue fuerte, no pude menos que aguantarme las ganas de llorar y de mirarla. Se veia hoy mas bonita uqe de costumbre, pero de igual forma no pude llenar el vacio que dejo su respuesta. Le dije que no le iba a obligar a nada que no quisiera y que is no me queria que buen podia tomar esa decision, asi todo parece terminar, tendre que pensar muy bien que hacer y pues resignarme a lo que ella ya decidio.

miércoles, 29 de agosto de 2007

El jovanny....

A que se debe que tanto perverso viva aun en el mundo. No soy de los que ostentan de patologías asesinas ni mucho menos de los que guarden rencor. Soy de los que pueden ser timoratos o terriblemente irrespetuosos con sus profesores, de los que pueden entregarse y sin decir más que lo necesario ser huraños. Pero hay quienes se sienten cómodos con la supuesta certeza, estos mismos también pueden jugar a los exploradores y pueden ejecutar nociones propias que nada tienen que ver con el común, mas bien diría que es un acercamiento con el ensayo y el error, en mirar haber que podemos sacar de unos y otros. Pero a veces ese sentimiento de utilitarismo se va y uno queda simplemente con la sensación de venganza, véase que tal vez el orgullo masculino se vea enardecido y perneado por algo que se quita pero acá el juego, y la prostitucion intelectual se hace legalmente sin que nadie diga nada. Dedicarse poesías sacadas de otros sitios y de libros, ponerse sus títulos con citas de otros autores que se inflan así mismos, no significa en absoluto que esta persona realmente merezca la pena de discutir. No permito discurrir en las dos corrientes y mucho menos acepto que alguien sepa que puedo incurrir en errores y que mis juicios son viscerales, pero si de algo estoy seguro es de la sensatez, y que la entrega del corazón y las ridiculeces que uno puede encontrar al engañar hacen que algunos (y especialmente yo) nos toquemos los huevos. No me atrevo entonces a pedir mas porque realmente el tiempo esta contado para que sigan con el engaño, no estoy desapareciendo persisto en sus ideas y en sus pensamientos, estaré allí como la pesadilla pero no por el mal recuerdo, si no por aquel que les dio el paso libre.

PD: Se acabo la vida del Messenger…10 AM borrado todo, teléfonos y demás porque ya me MAME DE JUGAR ESTE JUEGO ABSURDO.

Felicidades y buena vida de pobreza, estupidez, delicadeza, ridiculez y demás al lado de tu buen novio el jovanny

jueves, 23 de agosto de 2007

Entre la cultura territorial y la gravedad general

La cultura territorial o mas específicamente como la cataloga Giménez ha de ser una cultura que no esta mediada solo por lo posible dentro del territorio, esta mediada por el factor humano y este como tal le da significado como tal al territorio. Como tal el territorio por si mismo no significaría nada como motivante si al menos en el las dinámicas propias de la vivencia diaria le dieran vida. Es así como por ejemplo en la deidificacion de cada uno de objetos o fenómenos naturales ha de entrar el individuo haciendo que no pocos fijen en el territorio su mirada y de una u otra forma quieran apropiarse de el. Pero entonces la duda entraría al respecto del uso que se le da a este territorio y los limites entre un “ellos” y “nosotros”, para esto usualmente la forma fácil es ubicar los accidentes geográficos como promotores de esta distinción, o de algún tipo de señal que resulte fácil de visualizar. Vemos entonces que la forma métrica de distinción entre limites se da por la métrica y por una distribución igual, superando de algún modo la polaridad entre la región cultural que viene a permear a otras. El centro periferia adquiere aquí un significado amplio en cuanto al servicio que un centro fuerte le pueda dar a una periferia que se encuentra en desarrollo (esto en periodos mas anteriores de lo actual), mas si se tiene en cuenta que no todos los estados pueden generar las mismas políticas, y que aunque las dinámicas culturales puedan no verse tan claras, las adaptaciones y el conocimiento de algo que la tierra que yo creo como mía tiene algo que la del otro no posee o no conoce, ya entra en conflicto y deciden darle pautas de región a aquel punto intermedio que no quita para nada el sentido de localidad de sus habitantes (geosimbolo) pero que necesita referencias y que el llamado capital cultural o “pautas significativas” puedan darle sentido al limite entre estos y otros.

La apertura de ciertas costumbres pudo dar para un reconocimiento de lo otro y de lo nuestro. Supo dar cuenta también de aquello que nos faltaba poseer pero que a su vez nosotros podríamos brindar, estuvo estructurado en la apertura. Por ejemplo Roma y su política Imperial pudieron dar cuenta que las evidentes cargas que en ella jugaban para que el imperio cultural se alimentara de diferentes cosas, que en su momento pudieron no ser tan importantes como para ellos mismos. La cultura hibrida dio cuenta aun siendo parcial en el entendimiento de algunas cosas, aun siendo otras inexplicables y dejando mas bien que el paganismo se extendiera. La desterritorlizacion correspondía en cierta medida con esos intereses particulares que dejaban que practicaran algunas teorías, mas no demeritar el imperio y sentirse excluidos de el. Precisamente eran dos puntos que más fuertemente se batallaban, y más aun hoy si la modificación aun no significa perdida de cultura si no adaptabilidad a ciertas circunstancias. Por ejemplo un foráneo que llega a estas tierras, y que enseña algunas practicas de agricultura que aprendió en su país, puede que el campesino las adapte mas no va a dejar de hacer las suyas propias, y va a definir esto como lo decía Canclini una “glocalizacion”, que no necesariamente le juega al mercado, pero que si produce en el trabajo final del campesino una conquista del otro. La modificación crea entonces nuevas estrategias, y estas a su vez no homogenizan para nada si no el método pero cuyo producto no puede ser absorbido porque se encuentra en el ámbito de la cultura alterna. La generalización de las características puede ser mucho mas peligrosa que romper la practica propiamente dicha, ya que al ponerlo en cierta postura hace que ella deje de ser original y adquiera el carácter de exótico y de distintas costuras que se desprenden de otras mas acabadas. Llegando incluso a desechar esta teoría si no sirve a mis intereses o si no puede ser vendida.

Lo global y lo territorial se hayan consumidos recíprocamente, mas lo global puede tener mas responsabilidad frente a lo local porque necesita de una intervención para que la coacción sea fuerte y que la unión no se rompa fácilmente. Así algunos objetivos claros para evitar esta anomia son:

-La marginalidad cultural: No se puede estar exento de lo que pasa alrededor porque entonces la cultura buscaría puntos de salida alternativos y podría meterse común territorio o aun peor independizarse

-La dependencia política: Algunas veces la ilusión de la elección podría reforzar claramente el hecho de pensar que la independencia esta dada, y aun en el caso en que esta no este consolidada puede verse como algunos reparten el poder para generar statu quo (sin peligro)

-La refrenda económica: Una región que no pueda sostenerse, puede ser una región parasitaria para el estado que necesita la globalización del tipo liviano, lo que acarrearía deudas e intervención, pudiendo llegar hasta el punto de hacerlo fragmentario

La discusión quedaría por verse en el marco de la globalización y de la reconfiguracion entre cada uno de ellos, mas no por ello deja de ser importante el estudio de la región, y la subregiones a las que se ata. No se puede ir sin pensar que pocos estudiosos hayan dejado al lado la región por el ocio, y el trabajo por lo urbano, ya es hora de superar las generalizaciones, incluso en el caso en que se necesite fortalecer la nacionalidad en beneficio del estado globalizado y que le ciudadano del mundo pueda caminar libremente entre estados sin temor a perderse.

domingo, 19 de agosto de 2007

Masacre de las bananeras


Presentado por:
Carlos Felipe Cifuentes
Andrés David Lizarazo
Diana María Moreno
Helem Alejandra Sánchez

MASACRE DE LAS BANANERAS


“Temedle a las multitudes tranquilas que parecen no reaccionaran. El hombre que reacciona inmediatamente descarga su ímpetu volutivo; pero el taciturno ignorante que sufre la ofensa la acumula, pasa al plano de su subconsciencia, hasta que un día, con cualquier motivo vanal, estalla en forma huracanada y terrible” .


Las pocas huelgas heroicas de los años veinte (20) en Colombia, tuvieron gran influencia fuera de proporciones en nuestra historia. La violencia ejercida por el gobierno conservador hacia los trabajadores en esa época determinó el dominio posterior del partido liberal. Aunque tradicionalmente los votos liberales habían sido urbanos, el enfrentamiento entre obreros y partido conservador en los primeros años de nuestra industrialización determino que la creciente clase obrera se identificara con el liberalismo, fenómeno que a medida que se urbanizo el país determino el predominio político del liberalismo.

Las tres grandes huelgas de los años veinte (20) fueron contra compañías norteamericanas, esto se debía a que la intervención extranjera en Colombia no era cuantiosa. Dichos conflictos se produjeron en áreas recién pobladas por migrantes recientes que se encontraban en condiciones muy precarias. Las compañías tenían el monopolio en cuanto a comisariatos, comedores, vivienda, entre otros, ya que los centros de consumo se encontraban lejanos a las compañías, en los llamados company towns o poblaciones; responsables de todo problema, en donde la insatisfacción de los obreros se canalizaba de forma fácil y con frecuencia de forma violenta contra la empresa .

En el año 1928, La United Fruit Company llevaba 30 años operando en Colombia y explotaba a los trabajadores aprovechando la falta de legislación laboral en el país, mediante la utilización de un sistema de subcontratación que le permitía hacer caso omiso de las peticiones obreras. Los trabajadores habían intentado huelgas en años anteriores para mejorar sus condiciones que terminaron sin resultados positivos. La mayoría de las huelgas fueron reacciones espontáneas de obreros no organizados ante situaciones de injusticias concretas. A veces las ayudaban a organizar líderes socialistas como Maria Cano o Raúl Eduardo Mahecha.

“La empresa norteamericana United Fruit Company (UFC), creada en Boston en 1899, había llegado a la zona bananera del Magdalena a comienzos del siglo XX. La mayoría de los trabajadores de sus plantaciones eran vinculados indirectamente por medio de contratistas. Por ello nunca se pudo precisar su número exacto, pero se habla de una cifra que oscilaba entre 10.000 y 30.000. El 12 de noviembre de 1928 uno de los sindicatos que funcionaba en la región lanzó la huelga para presionar la solución de un pliego de nueve puntos. No era el primer conflicto laboral en la zona, pues desde 1918 se habían presentado ceses de trabajo, pero fueron parciales o de sectores específicos como los ferroviarios o portuarios dependientes de la multinacional.

El pliego de peticiones comenzaba con tres puntos que llamaban al cumplimiento de leyes colombianas sobre el seguro colectivo y obligatorio para los trabajadores, accidentes de trabajo y habitaciones higiénicas. Luego se exigía aumento salarial del 50 por ciento, cesación de los comisariatos y de préstamos por vales, pago semanal, contratación colectiva y establecimiento de más hospitales. Aunque sólo se exigía amoldarse a la escasa legislación laboral, la UFC se negó a negociar.”. (Colombialink obtenida el 27 Abr 2007 22:50:25). En esta cita, se puede apreciar en un contexto amplio la influencia de la United Fruit Company en la política interna, hasta el punto que la empresa llego a negociar parte de santa Marta para que fuera una “provincia independiente”. La United fruit llevaba treinta años operando en Colombia pero las condiciones de trabajo no eran las mas optimas; la empresa abuso de la subcontratación para evitar las huelgas pero a pesar de esta medidas el 12 de noviembre tras una serie de peticiones que fueron negadas los trabajadores de las bananeras exigen “cumplimiento de leyes colombianas sobre el seguro colectivo y obligatorio para los trabajadores, accidentes de trabajo y habitaciones higiénicas. Luego se exigía aumento salarial del 50 por ciento, cesación de los comisariatos y de préstamos por vales, pago semanal, contratación colectiva y establecimiento de más hospitales. Aunque sólo exigía amoldarse a la escasa legislación laboral, la UFC se ego a negociar” Mauricio Archilla, Colombialink

Colombia inicio el siglo XX con una hegemonía conservadora que tuvo sus inicios en 1886 en cabeza del presidente Rafael Núñez, cuando a nivel mundial el socialismo era protagonista y sus ideas estaban calando en las mentes juveniles, y logrando grandes triunfos como el dado en la revolución de octubre y la conformación de la URSS. Al final de la de cada de los 20” el presidente conservador Miguel Abadía Méndez veía con preocupación como el partido liberal estaba evolucionando y sumándose a la lucha socialista con muchos lideres Enrique Olaya Herrera, Alfonso López, Eduardo Santos, Luis López de Mesa, Eduardo y Agustín Nieto Caballero, Armando Solano, Benjamín Palacio Uribe, Luis Cano, Enrique Santos, Ricardo Rendón, María Cano, dentro de el que como discurso tenia la propuesta de una reforma social.


Raúl Eduardo Mahecha sabía que había creado conciencia en la clase trabajadora frente a los enclaves norteamericanos en el país, pero era necesario continuar con la campaña. Por ello decidió trasladarse, con su imprenta volante y demás parafernalia, a la zona bananera del departamento del Magdalena, donde existía otro gran emporio gringo: el de la United Fruit Company que, al igual que la TROCO, pisoteaba a los trabajadores y a Colombia misma. Como ya era un líder conocido, de gran experiencia y mística, le fue fácil editar de nuevo su periódico Vanguardia Obrera y organizar sindicalmente a 32.146 asalariados, muchos de ellos desplazados de Barrancabermeja por la TROCO, que participaron activamente en la huelga de las bananeras y que sufrieron, al igual que Mahecha, la represión desatada por la United en conjunción con el decadente régimen conservador, lo que terminó en la famosa matanza de los primeros días de diciembre de 1928. Luego de la huelga, las fuerzas contrarrevolucionarias le destruyeron a Mahecha su imprenta volante y demás muebles; el líder fue sindicado como reo de alta traición y al ser perseguido por las autoridades tuvo que huir por Aracataca, Fundación, Pivijay, Giraldo y Cartagena, de donde partió clandestinamente a Panamá. De allí pasó a Venezuela, donde reanudó sus lazos de unión con Biófilo Panclasta, pero tuvo que salir precipitadamente pues el régimen del dictador Juan Vicente Gómez quiso apresarlo. Viajó luego a México y, de allí, el 26 de abril de 1929, se desplazó a Montevideo, donde participó con gran éxito en el Congreso Obrero Latinoamericano. Luego de un corto periplo por el sur del continente (Santiago de Chile y Buenos Aires), Mahecha viajó a París para participar, como representante de la Confederación Sindical Latinoamericana, en el Congreso Mundial Antiimperialista de París, donde, al igual que en Montevideo, fue aclamado. En octubre, y con la autorización directa de José Stalin, se desplazó a Moscú, donde vivió hasta fines de 1930, cuando decidió regresar a Colombia. Una vez en el país, no volvió a participar en actividad política alguna.
En la tarde del 6 de diciembre de 1928, después de casi un mes de huelga de los diez mil trabajadores de la United Fruit Company, corrió el rumor de que el gobernador del Magdalena se entrevistaría con ellos en la estación del tren de Ciénaga. Era un alivio para los huelguistas, pues no habían recibido del gobierno conservador sino amenazas y ninguna respuesta positiva de la multinacional.
Desde el principio hubo brotes de violencia de todos los lados, los obreros, los agentes de la United y fuerzas armadas, pero no pasaban de escaramuzas aisladas. Por eso los huelguistas acudieron en masa a la estación de Ciénaga al encuentro con el primer funcionario gubernamental que se dignaba hablar con ellos. Como pasaban las horas y el funcionario no llegaba, los ánimos se fueron exacerbando, tanto entre los manifestantes como entre los soldados emplazados en el sitio.
En ese momento las fuerzas armadas dieron la orden de desalojo que fue desobedecida por los trabajadores quienes enardecidos vociferaban abajos a la multinacional y al gobierno.
Gabriel García Márquez en Cien años de soledad incluyó una versión literaria de los hechos dentro del llamado realismo mágico. El mismo autor menciona en su libro autobiográfíco Vivir para contarla que hubo una lectura de la orden de desalojo en la que se dio cinco minutos para que la multitud (hombres, mujeres y niños, malhechores como fueron llamados) que ocupaban la plaza la desalojaran, después de los cuales el ejército abrió fuego.
El General Cortés Vargas, quien fue el que dio la orden, argumentó posteriormente que lo había hecho, entre otros motivos, porque tenía información de que barcos estadounidenses estaban cerca a las costas colombianas listos a desembarcar tropas para defender al personal estadounidense y los intereses de la United Fruit Company, y que de no haber dado la orden Estados Unidos habría invadido tierras colombianas. Esta posición fue fuertemente criticada en el Senado, en especial por Jorge Eliécer Gaitán quién aseguraba que esas mismas balas debían haber sido utilizadas para detener al invasor extranjero.
El número de muertos no se ha determinado y sigue siendo motivo de debate. Según la versión oficial del gobierno colombiano del momento sólo fueron nueve. Otra versión es aquella contenida en los telegramas enviados el 7 de diciembre de 1928 por el consulado de Estados Unidos en Santa Marta a la Secretaría de Estado de Estados Unidos, donde inicialmente se informaba que fueron cerca de 50 los muertos. Más tarde en su comunicado del 29 de diciembre de 1928 indicó que fueron entre 500 y 600, además de la muerte de uno de los militares. Por último en su comunicado del 16 de enero de 1929 indicó que el número excedía los 1.000. Según el consulado, la fuente de dichas cifras fue el representante de la United Fruit Company en Bogotá. Posteriormente diferentes versiones e investigaciones hechas por historiadores colombianos y extranjeros han hablado de otras cifras, de entre 60 y 75 muertos, como mínimo, o de alrededor de mil, como máximo. Testigos han dicho que muchos cuerpos fueron llevados en trenes y arrojados al mar.
Ante esta respuesta violenta, se produce la desbandada de los trabajadores y una rápida negociación, y como resultado de la misma aceptan recortar por mitad los salarios. La indignación obrera se estrelló contra una doble muralla que le impidió sacar frutos de la aciaga experiencia: de una parte, el temor anticomunista del gobierno de Miguel Abadía Méndez (1926-1930) que veía la revolución bolchevique a la vuelta de la esquina; y, su contraparte, la tozuda fe insurreccional heredada de las guerras civiles del siglo XIX y alimentada por las nuevas ideologías de izquierda. El resultado es que ni hubo la temida revolución, ni tampoco cuajó la ansiada insurrección. El aparente empate fue resuelto por un liberalismo reformista que tomó en sus manos el poder para intentar, sin mucho éxito, atemperar los espíritus e institucionalizar el conflicto laboral que era imposible soslayar
El manejo de esta huelga acabó de desprestigiar al partido conservador entre la clase obrera, y les dio la ocasión de lideres liberales como Jorge Eliécer Gaitán de convertirse en defensores de la clase obrera. En el congreso, el debate de Gaitán sobre la matanza en las bananeras fue melodramático, pero efectivo. Ese debate, en septiembre de 1929, le dio publicidad a Gaitán, y lo convirtió en el portavoz más conocido del movimiento obrero.
Este es uno de los hechos más dolorosos y al mismo tiempo más expuestos a los vaivenes de la ficción además más disputados por la memoria colectiva, tanto que hoy sigue provocando pasiones de uno y otro lado del espectro político. No acaba de suceder la masacre cuando ya se levantan interpretaciones antagónicas, lo que hizo claro que no habría consenso de lo que sucedió en aquella madrugada, y que ha generado múltiples versiones, relatos moldeados por cada protagonista atendiendo a sus motivaciones. La masacre de las bananeras no hacia parte de la historia oficial enseñada a muchas generaciones. Pero de no haber sido por la imaginación traducido en las caricaturas de Rendón, las denuncias de Gaitán, la escultura de Arenas Betancourt , las novelas de Álvaro Cepeda y de Gabo, los abundantes recuentos de los historiadores y sobre todo el acuerdo de los sobrevivientes se abría hundido en el manto del olvido como muchos de los hechos recientes de la historia colombiana de hay la necesidad de revivir la memoria colectiva y no suprimirla como pretenden muchos, reconociendo nuestra historia nuestro papel de sujetos activos de ella es que lograremos darle un nuevo rumbo.

sábado, 18 de agosto de 2007

Elogio de la dificultad

Les dejo hoy un ensayo del gran filosofo colombiano Estanislao Zuleta. Por motivo de un favor lo retome y encontre en el una gran critica y a un hombre brillante con ideas de las que el mismo es sensato.

Elogio de la dificultad
Estanislao Zuleta

La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiesta de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes.

Todas estas fantasías serían inocentes e inocuas, sino fuera porque constituyen el modelo de nuestros anhelos en la vida práctica.

Aquí mismo en los proyectos de la existencia cotidiana, más acá del reino de las mentiras eternas, introducimos también el ideal tonto de la seguridad garantizada; de las reconciliaciones totales; de las soluciones definitivas.

Puede decirse que nuestro problema no consiste solamente ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos: que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal.

En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida.

En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente sí han existido.

Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él.

Desconfiemos de las mañanas radiantes en las que se inicia un reino milenario. Son muy conocidos en la historia, desde la Antigüedad hasta hoy, los horrores a los que pueden y suelen entregarse los partidos provistos de una verdad y de una meta absolutas, las iglesias cuyos miembros han sido alcanzados por la gracia –por la desgracia– de alguna revelación. El estudio de la vida social y de la vida personal nos enseña cuán próximos se encuentran una de otro la idealización y el terror. La idealización del fin, de la meta y el terror de los medios que procurarán su conquista. Quienes de esta manera tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad; en un sistema de pensamiento tal, que los que se atreverían a objetar algo quedan inmediatamente sometidos a la interpretación totalitaria: sus argumentos, no son argumentos, sino solamente síntomas de una naturaleza dañada o bien máscaras de malignos propósitos.

En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro –y el otro es, en este sistema, sinónimo de enemigo–, o se procede a un juicio de intenciones. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un verdadero abismo de la acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la “causa” absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.

Ahora sabemos, por una amarga experiencia, que este abismo de la acción, con sus guerras santas y sus orgías de fraternidad no es una característica exclusiva de ciertas épocas del pasado o de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico; que puede funcionar muy bien y desplegar todos sus efectos sin abolir una gran capacidad de inventiva y una eficacia macabra. Sabemos que ningún origen filosóficamente elevado o supuestamente divino, inmuniza a una doctrina contra el riesgo de caer en la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso particular –todos lo son– como la designación misma de la realidad y los otros como ceguera o mentira.

El atractivo terrible que poseen las formaciones colectivas que se embriagan con la promesa de una comunidad humana no problemática, basada en una palabra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus miembros una identidad exaltada por la participación, separan un interior bueno –el grupo– y un exterior amenazador. Así como se ahorra sin duda la angustia, se distribuye mágicamente la ambivalencia en un amor por lo propio y un odio por lo extraño y se produce la más grande simplificación de la vida, la más espantosa facilidad. Y cuando digo aquí facilidad, no ignoro ni olvido que precisamente este tipo de formaciones colectivas, se caracterizan por una inaudita capacidad de entrega y sacrificios; que sus miembros aceptan y desean el heroísmo, cuando no aspiran a la palma del martirio. Facilidad, sin embargo, porque lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.

Un síntoma inequívoco de la dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las generan o que someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el descrédito en que cae el concepto de respeto.

No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas. Porque el respeto y las normas sólo adquieren vigencia allí donde el amor, el entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, sólo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa. No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a sus consecuencias, ejercer sobre él una critica, válida también en principio para el pensamiento propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera ninguna otra. Nuestro saber es el mapa de la realidad y toda línea que se separe de él sólo puede ser imaginaria o algo peor: voluntariamente torcida por inconfesables intereses. Desde la concepción apocalíptica de la historia las normas y las leyes de cualquier tipo, son vistas como algo demasiado abstracto y mezquino frente a la gran tarea de realizar el ideal y de encarnar la promesa; y por lo tanto sólo se reclaman y se valoran cuando ya no se cree en la misión incondicionada.

Pero lo que ocurre cuando sobreviene la gran desidealización no es generalmente que se aprenda a valorar positivamente lo que tan alegremente se había desechado, estimado sólo negativamente; lo que se produce entonces, casi siempre, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Se olvida entonces que la crítica a una sociedad injusta, basada en la explotación y en la dominación de clase, era fundamentalmente correcta y que el combate por una organización social racional e igualitaria sigue siendo necesario y urgente. A la desidealización sucede el arribismo individualista que además piensa que ha superado toda moral por el sólo hecho de que ha abandonado toda esperanza de una vida cualitativamente superior.

Lo más difícil, lo más importante. Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha. Lo difícil, pero también lo esencial es valorar positivamente el respeto y la diferencia, no como un mal menor y un hecho inevitable, sino como lo que enriquece la vida e impulsa la creación y el pensamiento, como aquello sin lo cual una imaginaria comunidad de los justos cantaría el eterno hosanna del aburrimiento satisfecho. Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.

Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica: Es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasaos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancialismo, de manera que aún los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. Él es así; yo me vi obligado. Él cosechó lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El discurso del otro no es más que de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados.

Y cuando de este modo nos empeñamos en ejercer esa no reciprocidad lógica que es siempre una doble falsificación, no sólo irrespetamos al otro, sino también a nosotros mismos, puesto que nos negamos a pensar efectivamente el proceso que estamos viviendo.

La difícil tarea de aplicar un mismo método explicativo y crítico a nuestra posición y a la opuesta no significa desde luego que consideremos equivalentes las doctrinas, las metas y los intereses de las personas, los partidos, las clases y las naciones en conflicto. Significa por el contrario que tenemos suficiente confianza en la superioridad de la causa que defendemos, como para estar seguros de que no necesita, ni le conviene esa doble falsificación con la cual, en verdad, podría defenderse cualquier cosa.

En el carnaval de miseria y derroche propios del capitalismo tardío se oye a la vez lejana y urgente la voz de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad.

Dostoievski nos enseño a mirar hasta donde van las tentaciones de tener una fácil relación interhumana: van sólo en el sentido de buscar el poder, ya que si no se puede lograr una amistad respetuosa en una empresa común se produce lo que Bahro llama intereses compensatorios: la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido. Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.

Pero en medio del pesimismo de nuestra época se sigue desarrollando el pensamiento histórico, el psicoanálisis, la antropología, el marxismo, el arte y la literatura. En medio del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con televisores; surge la rebelión magnífica de las mujeres que no aceptan una situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se les ha fabricado.

Este enfoque nuevo nos permite decir como Fausto:

"También esta noche, tierra, permaneciste firme.
Y ahora renaces de nuevo a mi alrededor.
Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia".

jueves, 9 de agosto de 2007

La ignorancia rural


La problemática de la ignorancia en la situación agraria



No es mi situación actual la de observar puntualmente todos y cada uno de los problemas de la situación agraria, ni tampoco mi animo es el de tratar el tema como uno mas que no se soluciono con las reformas que buscaban en los 70’s para el problema de las tierras. El acercamiento es mas juicioso hacia un punto de vista como es la ignorancia, que como muchos aun piensan se debe a la escasez de la educación o a la poca formación política, adicionando esto ultimo a un grupo o partido político que busca tener la verdad, mas no hay nada mas alejado de lo real que aquello, porque demuestra cuan ignorantes somos en realidad.

La ignorancia como otros adjetivos y calificativos, suele añadirse del aspecto formal de la persona que lo recibe, suele percibirse por medio de los ojos y por la forma en que el mismo puede expresarse, mas esta tosquedad no es ignorancia, propiamente dicho ignorancia es ignorar y como tal es desconocer. Algunos menos puristas hacen ilusiona que la ignorancia puede servir para replantear muchas cosas y que precisamente ese sentimiento nos mueve, mas en casos como una reforma agraria que aun así posee tantos enemigos como los grandes terratenientes y los conflictos de violencia armada, pueden desembocar en que a mas de uno se le envíen amenazas de muerte y pocos puedan atreverse a discutir con ello con nombres propios. Así la ignorancia puede presumirse como un curso practico del estado, mas la ignorancia también le juega con los que creen saber y “menos ignoran”, aun los medios de información pueden aclarar o pueden tapar muchas cosas y es precisamente en ellos que se desaparece a una persona sin necesidad de matarle.

Arnold M. Rose de la universidad de Minnesota aclara como la institución y los individuos construyen a través de ella, toda una serie de enunciados que la hacen fuerte y hacen que ella misma nazca y crezca con los individuos aun sin tener que estar en sitios organizados. Antes de la construcción urbana se tiene que generar la necesidad en la comunidad sobre las instituciones que allí pueden funcionar, así hallamos dos formas básicas para incurrir en posibles errores de ambas partes: La primera hace referencia a hacer un cambio radical (promulgado por los intelectuales en la mayoría de casos)y que este cambio generaría para todos igualdad de oportunidades, el contrario a ello es el llamado ensayo y error de los menos radicales, pero que puede tardar varias generaciones y sin tener plena conciencia de lo que se hace. Estos últimos pueden terminar firmando amnistías y la lucha habrá sido desdibujada por muchos actores que nada influyen directamente. El atraso así puede ser pronosticado entonces no ya por el cúmulo de conocimiento que tienen los dirigentes, si no también por la otra estrategia que le hace la contrapartida de la cual se deduce que es muy importante la adopción de las nuevas tecnologías como facilitador en los trabajos extensos. Mas esto puede resultar una falacia si se tiene en cuenta que muchas de estas estrategias mas bien responden a un modelo del capital y de un crecimiento del mismo de manera alarmada, las naciones así pueden entonces pensar en colectivo solo en la medida que ellos mismos entren al juego del capital el país pueda catalogar a estos grupos como beneficiarios de las políticas nacionales.

Eva Castaño de la comunidad asturiana de agricultores plantea una superación de la ignorancia evangelizando y despertando a las nuevas tecnologías, así los viejos sueños de la reforma agraria por medio de las armas, se evitan trágicos incidentes como los conflictos de guerrillas y el llamado a la sangre de la población civil. Puede que esto ultimo sea estrategia propia de los terratenientes pero véase aquí que introducirla en la comunidad tradicional puede ser nefasto si se tiene en cuenta que la maquina a grande escala puede producir sola, y mas que el producto del trabajo que se obtiene de la tierra, es la filiación que hay entre el que la trabaja y lo que ella le produce, el juego del capital seria algo así como una segunda mano. Otra de las estrategias que pueden evidenciarse, es la de la organización de la tierra propiamente, porque si de algo estoy seguro es que cuando no se organiza (sea mal o bien según las condiciones) sufre de avatares políticos y económicos que finalmente pues arman conflictos a gran escala y que conduce a nuevos problemas y conflictos personales y ataques desmedidos hacia políticas que en un principio no estaban planteados en el papel propio de la protesta.

Malthus por ejemplo afirma que la producción agraria de todo el mundo seria suficiente para mantenernos; pero el problema de la distribución lo hace muy difícil, este último es ignorado por muchos de los agricultores que ven en ello una causa natural de recesiones económicas o de procesos lentos que pueden traerles bonanzas. Muchos no lo ignoran solos e limitan a hacer de su trabajo algo que pueden vender y mantener así un status de vida media. Por ejemplo tenemos planes de gobierno como los de España en donde definen las urbanitas lo rural como un sitio de ocio y descanso, contraponiéndolo al trabajo. Otra postura que representa para los campesinos la baja densidad de población como algo que puede llamarse así mismo rural, no importa si esta o no cerca de alguna urbe.

Marcos Valdes un sociólogo chileno por otra parte analiza desde la conciencia de la migración todo aquella que se articula a la ignorancia de la situación propia, el ignorar aquellas cuestiones que llevaron al desplazamiento, puede referirse a una ausencia estatal. Este ultimo argumento puede darse desde el mismo estado pero en diferente puesto, aun así ambos puntos pueden fallar, el uno por pretender “salvar” a muchos haciendo reformas sin tener en cuenta que los grandes latifundistas no han de torcer sus brazos fácilmente, y los otros por pretender legitimar una acción contra-estatal haciendo caso de estos últimos, sabiendo poco a poco que muchos en su fuero interno le pueden jugar a las pretensiosas intenciones de el proselitismo. Caso este ultimo por ejemplo con la migración Mapuche en Chile.

¿Situaciones de problemas entre lo urbano y lo rural?

En tanto la ignorancia pulule en ambos extremos tanto académicos como no académicos, refiérase esto ultimo a desconocer propiamente aquello que nos es desconocido sin acusarlo en un grupo de resistencia occidental, puede atravesar otras esferas como son las del atraso y la violencia. La primera porque aun con mentalidades premodernas (sin estar a favor plenamente de los conceptos en su sentido estricto y peyorativo), hacen caso omiso a lo que pueden ser romper con el statu quo de forma constante pero sin agredir a nadie en el intento. Digo no agredir no por el ánimo solamente del atropello físico, si no también por la masacre propia de la individualidad y del derecho legitimo a no ser encasillados fácilmente en la comedia de la absurda política humana del todo conocer. La violencia como síntoma precario y desde la antigüedad al hacerle juego a las nuevas políticas de entrada en razón, por mantener un statu quo y por objetores de no conocer lo propio peor articulando todo un discurso en ideologías que nada tienen que ver con la situación enfrentada actualmente. EL problema de lo propio no es que aparezca en los libros ni que en las escuelas no se enseñe, si no que en la variedad de lo propio esta el lenguaje y la discusión oral se ha ido degradando poco a poco, llegando al punto de guardar la información para el académico que “si puede entenderme” y haciendo este ultimo caso omiso porque no le juega en la misma línea que el gran investigador. Es todo esto en última instancia un juego de servilismo automático entre unos y otros que juegan a conocer y a decir que es conocido.

Esto conjugado en una débil democracia que como tal demuestra aun la falta de resolución de un estado y de políticas que no le juegan aun a un tipo determinado de política. La discusión se ha tolerado bastante tiempo y los problemas rurales y urbanos del siglo XIX se pueden volver a repetir, sin bonanza cafetera aun daríamos por dilapidados muchos recursos, que como cosas rara se desperdiciaron en el camino de nuevos híbridos políticos.

domingo, 5 de agosto de 2007

El sueño como inconsciente “real”


Traigo de lo mas antigua de mi "repertorio" un ensayo que habia hecho cuando estaba en grado 11

El inconsciente es una parte incomprendida pero activa, es escondida y particular, esta y no esta a la vez….esta n la parte y en el too. A pesar de no ser tan “evidente” o que nosotros mismos la escondamos o no la notemos, se haya implícita en lo citadino. Desde la adopción de nuevos símbolos, hasta comportamientos espontáneos o “no planeados”. ¿Se podrán preguntar como es esto posible?...muy sencillo, en nuestra mente todo puede ser posible, y la forma por excelencia de traducir estos “imposibles”, es siendo canalizado por el sueño…el cual no deja ser clasificado moralmente, en el que un absurdo puede llevar a recordar cosas bastante lejanas, o que nuestra percepción “no incluyo”. La cita que se le hace a Freud, hace recordar que los procesos psicológicos, de una u otra manera, se fundamentan mucho más con el psicoanálisis, y la búsqueda de ese algo oculto o “prohibido”, ya que la llamada escuela conductista no hacia claro énfasis en la mente, si no que más bien se limitaba a lo mecánico. Así mismo sucede con el hombre moderno, la importancia del sueño como punto de partida, queda relegada a una simple “desvariación” y el miedo a lo inexplicable, hace que el sueño pueda ser tomado como algo patológico.

El sueño en Freud, aparte de ser una reminiscencia, también oculta ciertas cosas o momentos, que pueden ser reprimidos y actuados por el sujeto sin el darse cuenta. Por ejemplo: Lo sexual, y una simbología especial creada para este acto, de hecho, las costumbres morales, y el ambiente en que se desarrollo (época victoriana) dio para que Freud fuera criticado fuertemente. Pero cabe aquí una distinción fuerte entre Jung y Freud, y es que este ultimo, podría identificar las cosas referidas a los sueños con algo explicito o de ascendencia científica, mientras que Jung “jugaría” a lo particular y eliminaría cualquier vestigio previo de interpretación a priori.

Los mitos tejidos por los sacerdotes o jefes de sus sueños, eran algo mágico y místico para los pueblos primitivos la identificación con la naturaleza u otro objeto es denominado arquetipo, pero ellos podrían utilizar estos arquetipos para vivirlos en pro de ellos. Aun así, otra forma de dominación es el robo de los sueños, esto se ve bastante claro dentro del texto, cuando Jung se va a una tribu africana y se sorprende cuando va a preguntar por los sueños, que ellos mismos (los primitivos) alegan no tener ningún sueño, y atribuían esta interpretación a los sacerdotes, después se indago a estos últimos y respondieron “que habían perdido sus sueños” el hombre blanco ingles ahora es el interprete. Pero no se le culpa al ingles solamente, es el hombre moderno en general que posee esta patología, la del miedo a lo inexplicable, por eso se refugia en los libros que dicen “interpretar” los sueños. Sin embargo, lo que nos aclara Jung, es que estos sueños son tan diferentes en cada persona, que es inconcebible esta totalización.

El sueño ha de bajarse al nivel del inconsciente, entenderse como un lenguaje personal y particular. Por eso el estudio que se haga de este, resulta de especial importancia si se quiere comprender un poco del lenguaje de los símbolos. Los sueños pueden resultar algo subliminal porque todas la percepciones de intuiciones se juntan con lo consciente, haciéndolo real y necesario. Es por esto que el sueño vive hay con nosotros…es un devenir entre lo pasado y lo presente, es el equilibrio entre lo que decimos y lo que pensamos, entre lo real y lo imposible. Sencillamente un mundo uniforme, o mejor una sociedad que este de acuerdo en todo, es una sociedad “enferma”, porque la particularidad de cada individuo es la que juega un papel fundamental en la adquisición de nuevos conocimientos. Es así como vemos el ejemplo de Nietzsche con su libro “así hablaba zarathustra” en donde Jung encuentra un cita textual de un diario de navegación del siglo XV, que no es por plagiarlo que lo hace Nietzsche, si no mas bien es una reminiscencia de un momento dado. Es así como de repente podremos estar hablando de cosas que no vienen a un tema y como estas mismas cosas, son las que dan el sello fundamental y particular en cada ser humano, ya que no solo las vivencias de cada uno son diferentes, también los procesos cognitivos y la forma de ver el mundo es una parte radical y única en cada individuo.

En respuesta al ensayo...La verdadera revolución

El socialismo usualmente esta en contraposición con el capitalismo (o eso se hace pensar) La contradicción no hace mas que hacer aparentes dos únicos puntos de divergencia y sea cual sea los puntos, ellos siempre van a tener el liderazgo. Un bloque u otro ha de ser hegemónico frente a los demás, el uno es el diablo y el otro el santo, mas estas posturas llevan a legitimar que los estados (porque aun sigue siendo estatal) apliquen distintas formulas sin tener en previo aviso mas que el deseo de acabar con el otro, mas esta suposición nunca se lleva a cabo y la escaramuza se puede alargar por mucho tiempo. Existiendo entonces la división del poder y la dimisión se hace extremadamente larga entre los mismos grupos, ninguno de los dos ha de hacerse daño porque la legalidad en la adquisición de ciertos artefactos no podría ser argumentada.

Mas aun si en los mal llamados estados socialistas se hace y se cree ver que la contradicciones evidente por el bienestar de la gente se cae en un extremo que ya ha demostrado ser peligroso. Véase entonces que nace el totalitarismo, que al igual que el fascismo no da pie para la diferencia, el estado lo absorbe todo y esta en manos de un dictador. El mal llamado socialismo se atribuye entonces el capitalismo de estado, ya que para adentro funciona como un estado socialista pero así fuera es un capitalista como los demás, y lo demuestran por ejemplo los pactos entre Hitler y Stalin (en el que este ultimo fue engañado con una venta que no resulto)

La reivindicación de la manifestación estudiantil, aparte de los actos contra la policía o las arengas de unos pocos, debe ser en conciencia estudiada. Preferimos así que se nos abra una puerta de manera fácil y clara, en donde la luz la de el Mesías, que ir buscando puertas hasta encontrar la propia. El afán y exceso de organización no da para la diferencia, la asamblea se contradice y emula los pequeños experimentos de votación. La gran mayoría queda relegada y el diferente finalmente tiene que adaptarse a la gran masa que grita a unísono en las marchas. Cuando esta así se fusila el pensamiento y se pierde la individualidad. Las grandes masas no están en contra de la postura neoliberal, muy al contrario estas grandes masas que gritan lo mismo de hace 60 años no hacen mas que llorar a sus héroes caídos y especular sobre una guerra que aun no se ha venido. Sobre las masacres y los atropellos todos los días se ve un significativo grupo de estudiantes que caminan pero sin cerebro porque ya muchos hablan y la discusión esta dada por lo vanal o por lo totalmente abstracto en el que todo vale sin ni siquiera tener un mínimo de rigor.

Una de las salidas perpetuas de los estudiantes de antaño es lanzarse a la política, mas sin embargo jugando al poder y sobre todo recobrando con mas fuerza las estructuras de las que hablaba Hegel en su dialéctica de amo y esclavo (amos buenos y amos malos) supone que entonces el cambio es solamente por amos mas no en la estructura propia que cada uno conduce, mucho menos aun esta pensar que aquella burocracia debería ser acabada porque no solo se desangra el presupuesto en cargos demasiado inventados, si no porque el amigo del amigo no podría ayudarnos a escalar posiciones mas elevadas. Es el juego de la hipocresía y de los amigos y los cócteles, el de los partidos que se unen para hacer leyes pero sin participación directa, no porque en realidad no se pueda, si no porque los intereses particulares y una clase política que lo busca por lucrarse, acaban con la utopía con la que empezaron que era la de “poder hacer algo”. Por bueno entonces que resulten las posturas se sabe que el camino es difícil, mas no aun si tienen algunos referentes y sobre todo que le atraso del país no se debe por la falta de tecnología, si no por estar añorando las posturas del pasado y los errores de los mismos que aun dicen ser el futuro sin haber avanzado por lo menos en los estudios que aun hoy sufren de los mismos defectos del pasado.