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miércoles, 18 de junio de 2008

Los pobres argumentos y las pobres ideas

Sociedades como la nuestra estan acostumbradas a dar argumentos sin suponer que estos tendran repercusiones y que estaran sometidos al debate. Esta manera tan irresponsable de hablar hace que no nos midamos y que nos parezca muy gracioso cuando algún personaje de estos peudointelectuales que yo mas asemejo a la comedia, sale diciendo alguna frase bonita o con una cita de un autor, inmediatamente lo alabamos lo bedecimos y lo adoramos. El sentimiento dogmático y de pauperización en el rigor propio de nuestra forma de hablar, hace que nosotros mismos nos creamos nuestras propias mentiras y que situemos en el lugar de la verdad a alguien que resulta estar mas confundido que nosotros. Pero no todo esta perdido, aun existe algo mucho peor, no contentos aún con nustras propias limitaciones de "intelectuales", le apostamos a decir una que otra clase de palabras en debate público o en algún salón de clase, pero es allí donde empiezan los problemas, ya que aparece uno que otro sujeto tratando de tumbarnos nuestro argumento y entonces de una sola vez lo empezamos a mirar mal, empezamos a escuchar todo lo que dice y a falta de buenos argumentos nos dirigimos de la forma y de las buenas costumbres al hablar. Alzamos nuestra voz, hacemos gestos con la mano, o incluso llegamos a voltear a mirar a otros lados.

Tristes entonces la dinamicas del salón de clase, tristes las charlas con aquel que solo piensa en encerrarse en su nicho y en creer saber mas que los demás, y mas triste es el que sabiendo que los argumentos del otro son mas fuertes, no acepta que ese punto de vista resulta válido y puede ayudar a la superacón personal de ambos en un proceso llamado "feedback" o retroalimentación. Mejor aún resulta descubrir que no somos las unicas victimas de estas discusiones vanales entre intelectuales, si no que a su vez mientras tanta mierda se esta echando, otros tantos toman decisiones dignas de practica, y entonces son las victimas invisibles las que mas afectadas quedan, por ejemplo el estudiante, el pupilo o en su defecto el paciente. Acaso no vemos que en la práctica otros tantos no se limitan a sueños tan trascendentales y postmodernos si no que van al punto y saben que lo cercano que se nos hace tan "conocido" en realidad lo ignoramos completamente.

lunes, 9 de junio de 2008

“Introducción teorética sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral”

De antemano resulta plausible destacar el gran aporte que Nietzsche hizo a la filosofía moderna. Dándole un liberado respiro a las filosofías posteriores a su muerte y dejando en jaque muchas teorías y posiciones de pensadores anteriores. Aunque su pensamiento fue muy criticado y polemizado, obtuvo después del siglo XX un meritorio reconocimiento.
En el texto Nietzsche reseña al ser humano como el único poseedor de su intelecto, es decir, como su único creador y productor. Dándole de esta manera características arbitrarias, vagas, falaces e inútiles a sus razonamientos. El humano ha pensado que el mundo gira entorno a su pensamiento, pero lo mismo se podría pensar de un mosquito, éste podría ir pensando mientras vuela, que su pensamiento y su ser son el centro de miradas e intereses. Según Nietzsche el ser humano seria tan insignificante como un mosquito, su trascendencia en este mundo seria pasajera y si dejara de existir en algún repentino momento no causaría efecto posterior.
Desde esta perspectiva podríamos ver según Nietzsche que el intelecto humano es muy reducido, dotado de una capacidad superior falsa. El humano al generar conocimiento lo utiliza para desarrollar un vínculo o contrato para la supervivencia con otros individuos. El intelecto pasa a ser el medio por el cual el humano desarrolla sus fuerzas para el disimulo. El disimulo de desarrollar su inteligencia, para poder conservar su vida y a su vez ir obteniendo más poder.
Es así que el intelecto se entrelaza con el disimulo y establecen un contrato de paz, donde todos los individuos concuerdan para no operar según Nietzsche, con el Burdísimo Bellum omnium contra omnes, es decir, para mermar la incesante guerra de humanos contra humanos en estado natural.
Ahora bien, cuando se crean esos acuerdos mutuos de aparente tranquilidad, también se crean convenciones. Convenciones y conceptos que son acordados en general por el grupo de individuos que conforman el contrato de paz. Es decir, se crean conceptos universales entre humanos. Así mismo, cuando los humanos crean esos conceptos universales, lo hacen con el fin de crear un lenguaje válido y obligatorio; para crear un lenguaje que facilite el mutuo entendimiento, pero sobre todo que facilite las primeras leyes de la “verdad”. Con ello se puede deducir que el lenguaje y la verdad son inseparables, se necesitan del uno al otro para su existencia.
Después de evidenciar que el lenguaje y la verdad son compatibles y necesarios entre si, Nietzsche a continuación señala que si el humano “[...] se resiste a contentarse con la verdad en forma de tautológica, es decir, con cáscaras vacías, manejará constantemente ilusiones por verdades” . Por eso muestra la falsa ilusión que se puede generar por medio del lenguaje, generando así ambigüedades en busca de la verdadera “verdad”.
Después de que el autor aclara esta parte de su argumentación, ahora se pone en la tarea de explicar concisamente cómo se crea el lenguaje. La verdadera verdad o “la cosa en si” es “[...] justamente la verdad pura y sin consecuencias” , es así que Nietzsche afirma que “la cosa en si” de la que habla Kant, nunca será alcanzada. Por eso el que crea el lenguaje siempre tendrá ambigüedades y diferentes puntos de referencia.
Seguidamente el autor muestra que una palabra es una “[...] reproducción sonora de una excitación nerviosa” que se crea a partir de lo que el denomina las metáforas audaces. La primera metáfora consiste en “[...] trasponer una excitación nerviosa a una imagen” y la segunda metáfora consiste en la “[...] transformación de la imagen en un sonido articulado” . Esto quiere decir que las palabras conmueven nuestros sentidos, crean una estimulación (imagen) y de acuerdo a esa estimulación se crea un sonido.
En síntesis, lo que se busca es mirar como se producen las palabras y seguidamente el lenguaje. Pero un aspecto importante de las metáforas de Nietzsche, se evidencia en el proceso de origen de las mismas, porque para un individuo puede manifestarse de cierta manera la metáfora y en otro individuo se puede presentar de otra. De igual forma sucede tanto en el aspecto individual cómo en el aspecto colectivo a la hora de interpretar las metáforas creadoras del lenguaje, dando cómo resultado posiciones diferentes, creándose así diferencias y ambigüedades en el entendimiento humano.
Una vez establecida la reconstrucción básica del texto, es necesario reconstruir el camino que conduce hasta la pregunta propia. Como punto de partida nos remitiremos a un pasaje de mucha importancia para formar el comienzo del camino de la pregunta. Nietzsche afirma que del “[...] hecho de concluir en una causa exterior a nosotros a partir del estimulo nerviosos es ya el resultado de una aplicación errónea e injustificada del principio de la razón” . Por eso mismo es que las palabras como dice el autor, nunca llegarán a la verdad, debido a que el ser humano es arbitrario en sus preferencias. A demás el autor afirma con este argumento que por esa misma razón no existirían tantos idiomas, pero existen.
Ahora bien, en el camino por investigar los inacabables intentos por desvelar la trama de un idioma único que generó todos los demás idiomas que existen en la actualidad, Umberto Eco desarrolla una teoría basada en hechos reales del origen de las primeras lenguas, investigación que también fue hecha por otros pensadores como Dante Alighieri, Ramon Llull, Athanasius Kircher entre otros. Es la idea de un lenguaje natural, anterior a la convención. Esta investigación trae a colación unos acontecimientos de la era de el historiador griego Heródoto, el cual en una de sus historias afirmó que el faraón egipcio Psamético ordeno a un pastor de la región cuidar de dos niños recién nacidos, tenía que criarlos junto con su rebaño sin que en su existencia escucharan palabra alguna, esto con el fin de saber cuál iba a ser la primera palabra que pronunciarían. Dos años después en un día de rutina del pastor, los niños corrieron y extendieron las manos, después pronunciaron la palabra “becós”, posteriormente el faraón Psamético averiguo que esa palabra correspondía a lo que los frigios llamaban pan.
Siguiendo el hilo de la argumentación, el idioma de los frigios estaba influenciado por el alfabeto griego, y a su vez los griegos estaban influenciados por el alfabeto Fenicio. Por esta razón se deduce que siempre habrá una lengua o idioma madre, de donde se derivan los modernos. Otro ejemplo podrían ser las lenguas romance como por ejemplo, el castellano, italiano, el francés, el portugués, el rumano entre otros. Que provienen del latín vulgar (hablado por el pueblo).
Después de dar ejemplos de que algunos idiomas modernos provienen de una lengua madre, nos remitimos de nuevo a Umberto Eco. Este dice que en los siglos XVI y XVII algunos “[...] exploradores y misionero descubren que existen civilizaciones mucho mas antiguas que la judía, con otras tradiciones culturales y lingüísticas”. Con este dato podemos ver que así como los hebreos, los fenicios y los chinos entre otros. Constituyeron sus lenguajes de una lengua madre, de una supuesta lengua universal.
A continuación, Eco cita a Rouseau quien dice, el “[...] nombre no expresa en modo alguno la esencia de la cosa” , es decir, la metáfora no expresa genuinamente el nombre de la cosa que se quiere expresar, por medio de una palabra. Por esa razón “[...] la lengua era parecida al canto y menos articulada que el lenguaje verbal, llena de sinónimos para expresar los mismos en diferentes aplicaciones, dotada de pocas palabras abstractas, descubrimos que su gramática era irregular, y llena de excepciones. Representada sin razonar.” Por esa misma razón podemos traer de vuelta a Nietzsche, cuando dice que el “[...] hombre se encuentra profundamente inmerso en ilusiones y en imágenes oníricas, su ojo se limita a resbalar sobre la superficie de las cosas para ver “formas”, su sensación conduce en ningún caso a la verdad”.
Para aclarar aun más el párrafo anterior vamos a citar unas frases de Paul Auster; aunque sus escritos son literatura, sirven para explicar mejor el concepto de ambigüedad de los conceptos. Como anteriormente se decía un lenguaje corresponde a lo que queremos manifestar o decir, pero a la hora de crear los conceptos, antes “[...] cuando las cosas estaban enteras nos sentíamos seguros de que nuestras palabras podían expresar” . Por eso desde la antigüedad hasta nuestros días los conceptos “[...] se han partido, se han hecho pedazos, han caído en el caos” .
A continuación, Auster nos plantea este concepto en términos materiales, ejemplifica que un paraguas es “[...] una especie de bastón con radios metálicos plegables en la parte superior que forma una armadura para una tela impermeable, la cual, una vez abierta, le protegerá de la lluvia” por eso si a un paraguas se le cae la tela, dejaría de cumplir su función, ya no seria un paraguas, pero comúnmente para todas las personas todavía seria un paraguas. Este ejemplo seria similar a la teoría de Platón de cómo el ser humano abstrae y conceptualiza las cosas, primero llevando las cosas de un mundo imaginario a uno real y viceversa. Como se dice en el texto de Nietzsche de“[...] como “conceptualiza el hombre y al mismo tiempo señala que el platonismo, es decir, la concepción de los dos mundos: el uno perfecto y original, el otro simple copia del modelo” . De esto se puede deducir que las imágenes y abstracciones podrían quedar de una forma individual (genuina) a una forma colectiva (ambigua) de las representaciones.
De las citas anteriores podemos observar que el ser humano encontrándose en su “tratado de paz” solo genera convencionalismos en su cultura, en sus estudios científicos, pero sobre todo en algo que es la base de todos los anteriores: el lenguaje. Es así que se pone en evidencia la ambigüedad que el lenguaje puede producir, y siendo el lenguaje base de todas las relaciones sociales, de la matemática, de la filosofía, de las ciencias naturales entre otras muchas materias. ¿Cómo podremos resolver la ambigüedad, si entonces todas estas materias de enseñanza y aprendizaje son dudosas y falaces? ¿Cómo podremos encontrar “la cosa en si”? considerando el lenguaje como la principal fuente de entendimiento humana ¿Cómo podríamos saber cual es un lenguaje genuino?
Para finalizar recogiendo todas las posiciones anteriores, decimos que el lenguaje es una útil herramienta que ayuda a clasificar las cosas, por medio de palabras distintivas. Pero estos conceptos entran en un estado dudoso y de incertidumbre. Es así que ¿cómo lograríamos sacar de dudas los conceptos que nos rigen? ¿Si se implementara un lenguaje universal estaríamos seguros de exterminar la ambigüedades? o ¿Serán sólo divagaciones, las enseñanzas y aprendizajes de la filosofía y las matemáticas? Y si creáramos un lenguaje universal ¿lograríamos encontrar “la cosa en si” de una vez por todas?

POR:
Carlos Andrés Plata Cadena