Los pobres argumentos y las pobres ideas
Sociedades como la nuestra estan acostumbradas a dar argumentos sin suponer que estos tendran repercusiones y que estaran sometidos al debate. Esta manera tan irresponsable de hablar hace que no nos midamos y que nos parezca muy gracioso cuando algún personaje de estos peudointelectuales que yo mas asemejo a la comedia, sale diciendo alguna frase bonita o con una cita de un autor, inmediatamente lo alabamos lo bedecimos y lo adoramos. El sentimiento dogmático y de pauperización en el rigor propio de nuestra forma de hablar, hace que nosotros mismos nos creamos nuestras propias mentiras y que situemos en el lugar de la verdad a alguien que resulta estar mas confundido que nosotros. Pero no todo esta perdido, aun existe algo mucho peor, no contentos aún con nustras propias limitaciones de "intelectuales", le apostamos a decir una que otra clase de palabras en debate público o en algún salón de clase, pero es allí donde empiezan los problemas, ya que aparece uno que otro sujeto tratando de tumbarnos nuestro argumento y entonces de una sola vez lo empezamos a mirar mal, empezamos a escuchar todo lo que dice y a falta de buenos argumentos nos dirigimos de la forma y de las buenas costumbres al hablar. Alzamos nuestra voz, hacemos gestos con la mano, o incluso llegamos a voltear a mirar a otros lados.
Tristes entonces la dinamicas del salón de clase, tristes las charlas con aquel que solo piensa en encerrarse en su nicho y en creer saber mas que los demás, y mas triste es el que sabiendo que los argumentos del otro son mas fuertes, no acepta que ese punto de vista resulta válido y puede ayudar a la superacón personal de ambos en un proceso llamado "feedback" o retroalimentación. Mejor aún resulta descubrir que no somos las unicas victimas de estas discusiones vanales entre intelectuales, si no que a su vez mientras tanta mierda se esta echando, otros tantos toman decisiones dignas de practica, y entonces son las victimas invisibles las que mas afectadas quedan, por ejemplo el estudiante, el pupilo o en su defecto el paciente. Acaso no vemos que en la práctica otros tantos no se limitan a sueños tan trascendentales y postmodernos si no que van al punto y saben que lo cercano que se nos hace tan "conocido" en realidad lo ignoramos completamente.
2 comentarios:
el creer que siempre se tiene la razon con bajos argumentos y refugiandose en el agora de la cultura de un solo pueblo como armadura contra comentarios es el opio de la ignorancia y de la intolerancia algo que en realidad lleva nuestro pais a la decadencia
La verdad no entiendo ese comentario, me parece mas la poesia que se usa que lo que realmente quiera expresar. Los buenos argumentos hablan por si solos, son claros y contundentes, no brumosos y demagogicos.
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